MATRICIUM
31
Març 2021
La piel está sometida a muchas agresiones externas a diario con las que puede combatir gracias a su sistema de defensas natural. Sin embargo, a veces, estos períodos de estrés son más intensos: cambios de estación, exposición prolongada al sol, contaminación, intervenciones dermatológicas (microdermoabrasiones o exfoliación química, por ejemplo) o el uso de determinados medicamentos. Todos estos factores pueden causar irritación y estrés en la piel con diversas repercusiones. En todas estas situaciones, la piel se debilita con estos ataques, se vuelve más frágil, pierde el tono, la elasticidad y el resplandor.